IV Jornada de Acompañamiento Terapéutico

Con la organización de docentes y alumnas de la Tecnicatura Superior en Acompañamiento Terapéutico, se llevó a a cabo la tradicional Jornada que socializa comunitariamente el perfil, las incumbencias y la importancia de la acompañantes terapéuticas en nuestra sociedad.

Con presencia de docentes de nuestro distrito y estudiantes de profesorados del ISFD, las Lic. Verónica Fernández y Manuela Bravo expusieron conceptualizaciones y ejemplos sobre «Rol, funciones y ámbitos de trabajo del Acompañante Terapéutico» y «Acompañamiento Terapéutico Escolar. Los desafíos de la escuela inclusiva«.

Como cierre, las palabras de las organizadoras que compartimos a continuación:

Como acompañantes terapéuticos debemos enfocarnos en  la singularidad del sujeto, de cada niño, de cada joven y también, de la singularidad de cada encuentro. Hay que hacer vigente la posibilidad de poder alojar a un niño, un joven, sin necesidad de clasificarlo, sin acallarlo. Nuestro principal objetivo será: hallar, generar y sostener la particularidad de ese que acompañamos,  y generar espacios de encuentro liberados de todos los imperativos (educativos, familiares, salud) con una presencia disponible donde pueda surgir un pronunciamiento de su subjetividad.

Como el carpintero lleva su caja de herramientas, martillo, clavos, cinta, para crear, arreglar, construir, reparar. Nosotros, los acompañantes terapéuticos, en la cotidianeidad de nuestro trabajo, llevamos nuestra mismidad; emociones, creatividad, a veces la escucha, a veces la palabra, las manos y el cuerpo, y sobre todo la presencia; convirtiéndose este “estar ahí” en la caja de herramientas que vamos creando, enriqueciendo y acrecentando, en el transitar con nuestros acompañados…”

Es necesario replantearnos porque hacemos lo que hacemos, es necesario preguntarnos y revisar nuestro accionar. Eso es trabajar desde la ética: pensar en el otro, en su crecimiento, en sus necesidades cambiantes, pensar en nosotros, en nuestro estar ahí, encontrarnos también con nuestras posibilidades y limitaciones.

Es la elección de un camino, una modalidad de trabajo, una forma de vida, tomar postura frente a otro, reconocerlo como sujeto. Es un aprendizaje también… y una invitación a hacerlo…

“Lo normal en la educación es que la cosa no funcione, que el otro se resista, se esconda o se rebele. Lo normal es que la persona que se construye frente a nosotros no se deje llevar o incluso se nos oponga, a veces, simplemente, para recordarnos que no es un objeto en construcción sino un sujeto que se construye.” (Philippe Meirieu).

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